Hoy traigo una lista de mis diez goles favoritos. Algunos no son muy originales (no voy a dejar fuera a Messi de una lista de este tipo) y los hay que no son especialmente bonitos o importantes. Es, en definitiva, una lista hecha a mí manera.

10 Diego Costa: Getafe – Atlético de Madrid (2014)

No es ningún secreto: Diego Costa es mi debilidad. Si tuviera que ir a una guerra me aseguraría de tener a un Diego Costa siempre cerca. Su mala fama y su legión de haters seguramente han influido en su inclusión en esta lista, porque si no defiendo yo a Diego Costa, ¿quién lo va a hacer? Este gol contra el Getafe no entrará jamás en las listas de mejores goles pero para mí resume a la perfección el espíritu del hispanobrasileño. En una de las últimas jornadas de liga y con el Real Madrid y el Barcelona pisando los talones de un Atlético líder, Diego Costa se juega la pierna por anotar el gol que certifica el triunfo en un partido clave. A la postre la lesión no fue tan grave como había parecido en un primer momento y el Atlético de Madrid conquistó su décima liga. La liga del Atlético más macarra y combativo, la liga de Diego Costa.

9 Diego Armando Maradona: Instituto – Boca Juniors (1981)

Pocos placeres ofrece el universo a la altura de ver a Maradona hacer una vaselina (Maradona en general entraría en toda lista de motivos por los que merece la pena vivir). La elegancia con la que el argentino acaricia la pelota y su estilizado trote lo mantienen como mi futbolista favorito aún en estos tiempos locos en los que un extraterrestre disfrazado de rosarino ocupa el trono del Diego. Entre el inmenso catálogo de vaselinas podría escoger las más famosas en el Nápoles o la que anotó con el Barça ante el Estrella Roja, no obstante mi favorita es una que realiza frente a Instituto en el legendario Campeonato Metropolitano de 1981. En esta acción Diego resuelve con un control que orienta la pelota para después depositar el balón en la red con una elipsis exageradamente alta. Un detalle para la galería de un futbolista que se dedicó a transformar el deporte en arte.

8 Antonio Cassano: Bari – Inter de Milan (1999)

Ah Talentino, de la estirpe de futbolistas malditos que definió Enric González. La carrera hacia el estrellato de Antonio Cassano dio comienzo con un legendario tanto ante una de las mejores plantillas que recuerda el fútbol italiano. Antonio tenía 17 años cuando un recién ascendido Bari defendía su orgullo sureño frente al poderoso Inter de Milán de Ronaldo Nazario y Roberto Baggio. Con empate en el marcador y llegando ya a la conclusión del tiempo reglamentario, el imberbe Cassano realiza un espectacular control con la espuela para dar comienzo a una memorable carrera en la que dejará sentados a Christian Panucci y Laurent Blanc, dos de los mejores defensores del mundo. Había nacido un poeta con alma de payaso.

7 Wayne Rooney: Manchester United – Manchester City (2011)

Wayne Rooney es un tipo duro, de esos ingleses que cada vez cuesta más encontrar sobre un terreno de juego. Para la temporada 2011 se presentó en el derby de Manchester dispuesto a mantener la implacable hegemonía del United. Con la llegada de los petrodólares el Manchester City confeccionó una de las plantillas más potentes de Europa y su asalto a la Premier League parecía inevitable. Con los dos equipos de Manchester disputándose el liderato tuvo que ser el pelirrojo de Liverpool quién decantara la balanza a favor de los Red Devils con una espectacular chilena que rompía el empate. Old Trafford estayó de júbilo y la liga se la llevó el United porque así lo quiso Wayne.

6 Zlatan Ibrahimovic: Suecia – Inglaterra (2012)

Bueno, ya saben qué gol es este. Es una locura insana, solo al alcance de un genio como Ibrahimovic. Un gigante con la coordinación y la agilidad de una bailarina de ballet. No creo que volvamos a ver nada igual.

5 Leo Messi: Barcelona – Bayern de Munich (2015)

Para describir la jugada de Cassano utilicé la expresión «dejar sentados» como metáfora de futbolistas quebrados ante un regate. En este caso particular no tiene nada de metáfora y es una expresión que se cumple de forma literal. Para mí, fiel admirador de Maradona, el preciso instante en el que Leo Messi deja al pobre Boateng despatarrado antes de definir con delicadeza frente a Neuer es el momento en que el rosarino cerró el debate sobre quién es el mejor futbolista de la historia. Nostalgia de presente, algún día no tendremos a Leo sino en vídeos.

4 Roberto Baggio: Juventus – Brecia (2001)

Seguro que conocen este gol, ha alcanzado la categoría de leyenda. Roberto Baggio, el cazador, es el mayor talento de la historia del fútbol italiano (que me perdonen todos esos grandes nombres, Roberto come aparte) y regaló destellos de magia hasta el último de sus partidos. Con treinta y cuatro años, dando sus últimos coletazos en el Brescia protagonizó una acción memorable en un duelo ante la Juventus. Un balón largo de Pirlo pilla de espaldas a Baggio que recibe con un control orientado que deja en el suelo a Van der Sar. Si han visto un control más preciso y decisivo avísenme, porque yo no lo conozco.

3 Samuel Eto’o: Barcelona – Real Madrid (2004)

Samuel corrió como un negro para vivir como un blanco. Nunca he visto mayor hambre de gloria sobre un campo de fútbol que en aquella carrera de Eto’o en el Camp Nou. La ambición desbordaba el televisor e impregnaba a todos los que mirábamos sin parpadear. Pocos meses después de ser rechazado por el Real Madrid el camerunés cambiaba su destino y el de todo un club.

2 Leo Messi: Barcelona – Arsenal (2011)

Solo un genio del calibre de Messi puede anotar un gol como este. Una gran jugada de Cesc deja a Leo solo frente a Almunia con un tiempo de reacción mínimo. En semejante situación lo normal sería tirar a puerta buscando algún hueco que el portero no pueda cubrir. Pero con Messi los conceptos que entran dentro de la palabra «normal» quedan completamente distorsionados. Tras un primer toque para el control decide acariciar con suavidad el balón desde abajo para hacer un sombrero a Almunia, que se pasa de frenada ante la inesperada genialidad del argentino. Al extraordinario gesto técnico añade una imposible velocidad de reacción e imaginación.

1 Ronaldinho Gaúcho: Chelsea – Barcelona (2005)

Mi gol favorito. Si Ronaldinho era pura magia, ningún gol mejor que éste para hacerle justicia. Cuando el brasieleño era el rey del fútbol mundial gustaba de ofrecer su mejor versión en los grandes escenarios. Esta vez tras un arollador comienzo del Chelsea, que se puso 3-0 en apenas media hora (debían remontar un 2-1 del partido de ida), Ronaldinho anotó dos goles para voltear una vez más la eliminatoria. El segundo es este fantástico disparo, duro y seco sin tomar carrerilla. El balón se cuela entre todos los defensas y pilla por sorpresa a Petr Cech, que no puede ver el balón entre tantas piernas. La clave sin embargo está en los amagos previos al disparo. Ronaldinho bailando samba mientras Carvalho se queda paralizado, intentando reaccionar mediante espasmos para tapar el hueco de un posible tiro (o pase, imposible de prevenir). ¿Será por la izquierda o por la derecha? Las piernas del portugués se arquean dejándolo en un apostura ridícula que inmortalizará un baile que jamás será olvidado.