Londres es una ciudad compuesta por una serie de pequeñas ciudades. Mi hermana se ha ido a vivir allí y ha terminado por residir en el East End, famoso barrio con su propia idiosincrasia. Como siempre he mostrado interés por las diferentes historias que surgen del lugar aprovecho la conexión familiar para comentar los temas de actualidad mientras planeo una futura visita. También he intercambiado impresiones sobre la zona con mi tío político, natural de Liverpool. Cuando le informo de que su sobrina reside en Whitechapel su primera reacción produce una mueca y el más común de los comentarios “Oh! Jack the Ripper”. Además de recordar al más ilustre vecino de la zona también aprovecha para rememorar visitas al East End para visitar a una novia que tuvo en los años setenta. Según sus propias palabras en aquella época “para un asiduo del Soho, entrar en el barrio obrero era como entrar en otro mundo”.

Con mi hermana en el East End se me hace imposible no acordarme del bueno de Ray Davies. Digamos que en un blog que preside una foto de los hermanos Davies sobran las excusas para hablar de The Kinks pero esta vez tiene una justificación que explicaré a continuación.

Ray Davies es un músico británico que ha dedicado su carrera a escribir canciones que recreaban la vida cotidiana de la sociedad inglesa. Se crió en el norte de Londres en el seno de una familia muy numerosa, con seis hermanas mayores y un hermano menor, con el que fundaría The Kinks en los años sesenta. A sus hermanas les ha dedicado numerosas canciones, entre ellas algunas de mis favoritas: «Rosy Won’t You Please Come Home», «Days», «Waterloo Sunset», «Two Sisters» entre otras. Tantas canciones hizo el bueno de Ray y tan numerosa es su familia que en ocasionas me he encontrado a mí mismo tratando de diferenciar a cada una de las hermanas que protagonizaban sus temas. Entre todas estas canciones y hermanas hoy quiero recuperar «Come Dancing», una canción que Ray Davies dedicó a la mayor de sus hermanas, Rene, y que está ambientada en el ya mencionado barrio del East End.

La canción está impregnada por la nostalgia de un narrador que tras recordar los locales que componían el barrio de su infancia repara en una sala de fiestas que solía frecuentar su hermana mayor. El título de la canción, «Come Dancing», hace referencia a la invitaciones que la susodicha hermana recibía de los muchos pretendientes que deseaban sacarla a bailar. El círculo nostálgico se cierra cuando la canción explica cómo los dos protagonistas sintieron terminar su infancia el día que la famosa sala de fiestas fue demolida. Para terminar la voz principal narra como ahora su hermana mayor adopta el papel de madre que espera por su hija cuando esta sale a bailar.

A la hora de componer esta canción Ray Davies tomó como referencia recuerdos reales de su infancia. Así pues, como el narrador al que da voz, Davies también tenía una hermana que solía salir a bailar cada noche. Rene era la hermana mayor de la familia y vivía en Canadá casada con un hombre que abusaba de ella. Cansada de esta situación regresó al Reino Unido en busca de la seguridad que ofrecía el seno familiar cuando Ray estaba a punto de cumplir trece años. En los últimos años la salud de Rene había empeorado  y a pesar de su juventud su maltrecho corazón le impedía realizar grandes esfuerzos. Ignorando estos problemas la mayor de los Davies aprovechó su estancia en Inglaterra para reunirse con los viejos amigos y salir a bailar como había hecho siempre. Una noche, sobre la pista de baila, el corazón de Rene dijo basta y terminó con la vida de la joven, que murió en los brazos de su compañero de baile. Tenía 31 años y pocos días antes le había regalado a su hermano Ray la guitarra por la que llevaba años suspirando. Su primera guitarra.